La estimulación magnética transcraneal (EMT) es un tratamiento innovador y no invasivo que utiliza campos electromagnéticos para estimular las neuronas en el cerebro y modular su actividad.
Para el caso específico de la fibromialgia, la cual podría originarse debido a una disfunción en el sistema nervioso central, la estimulación magnética transcraneal de baja intensidad es una terapia que ha logrado reducir significativamente el dolor y el cansancio, ofreciendo una nueva esperanza para quienes padecen esta debilitante condición.
Un reciente ensayo clínico realizado por el Servicio de Neurología de Quirónsalud Madrid ha corroborado este tratamiento y su efectividad utilizando esta técnica en pacientes con fibromialgia durante años, donde el tratamiento consistía en aplicar entre cuatro a ocho sesiones de EMT, las cuales envían señales electromagnéticas al cerebro para modular su actividad.
Después del tratamiento, los pacientes con fibromialgia mostraron un aumento en las frecuencias alfa del cerebro, que están relacionadas con la sensación de bienestar, y una disminución en las frecuencias delta, asociadas con el dolor y el estrés. Además, las frecuencias alfa de los pacientes tratados tendieron a parecerse a las de las personas sanas, lo que sugiere una normalización de la actividad cerebral.
El equipo de investigación también utilizó escalas clínicas de dolor para evaluar la mejoría en los pacientes. Los datos mostraron una reducción significativa en la sensación de dolor, que correspondía con los cambios observados en las frecuencias cerebrales.
Así, los hallazgos de este estudio demuestran que la estimulación magnética transcraneal (EMT) puede ayudar a los pacientes con fibromialgia a alcanzar frecuencias cerebrales más normales, reduciendo el dolor y el cansancio que tanto afecta su calidad de vida.
Además, la EMT no sólo ayuda a los pacientes con fibromialgia, sino también a personas que sufren de insomnio, hiperactividad, cefaleas, ansiedad, depresión, estrés postraumático y otras patologías de salud mental, ya que este tratamiento puede promover la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales, lo que es particularmente beneficioso en trastornos como la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo, donde las vías neuronales pueden estar disfuncionales.
Incluso, la EMT puede influir en la liberación y la regulación de neurotransmisores clave, como la serotonina y la dopamina, que juegan un papel crucial en el estado de ánimo y el dolor, siendo un tratamiento aprobado por la FDA para abordar la depresión refractaria, es decir, resistente al tratamiento con terapia psicológica y farmacológica.
De esta manera, este tratamiento podría marcar un antes y un después en los tratamientos para diversos trastornos relacionados con la hiperestimulación cerebral.
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